Nossas Raízes Não Têm Fronteiras”: Bolivianos em São Paulo Celebram Desfile Cívico do Bicentenário

05/08/2025

Desfile cívico na Praça Kantuta reuniu gerações em um dia de orgulho, memória e esperança

São Paulo • 03/08/25 às 12:17

Atualizado • 03/08/25 às 19:28

Sob um sol típico de agosto paulistano, centenas de bolivianos transformaram a Praça Kantuta em um pedaço pulsante da pátria distante. Pais carregando crianças no colo, avós com trajes típicos, jovens com celulares filmando cada passo: o desfile pelos 200 anos da independência da Bolívia foi mais que uma cerimônia cívica, foi um ato de resistência afetiva.

“Minha filha nasceu aqui, mas hoje ela sabe que também é parte de Chuquisaca”, disse Julia Mamani, 38 anos, ajustando a pollera (saia tradicional) da pequena Luz, de 5 anos, que segurava um bandeirinha boliviana. Como elas, famílias inteiras ocuparam o entorno da praça Kantuta, compartilhando saltenhas (salgados bolivianos) e histórias em espanhol misturado com quéchua e português.

Tecendo Comunidade Entre Associações e Sonhos

Das 10h até o fim da tarde, o asfalto da zona norte de São Paulo foi palco de uma coreografia de identidade. Entre mais de 20 instituições participantes, algumas carregavam décadas de luta pela dignidade dos imigrantes.

Discurso que Virou Abraço Coletivo

O discurso de Marcelo Laura, presidente da Associação Feira Kantuta. Com voz embargada, ele lembrou que Os Bolivianos Unidos São Mais Fortes, acompanhe a seguir o discurso em idioma espanhol:
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¡BUENOS DÍAS, HERMANAS Y HERMANOS BOLIVIANOS!

Antes que nada, un fuerte abrazo a nuestras autoridades, a las instituciones que hoy nos acompañan, a las familias, Y A CADA UNO DE USTEDES JILATAS QUERIDOS, que con su presencia, hacen grande esta fiesta patria.

Hoy, bajo este sol que nos ilumina, nos juntamos en esta PLAZA KANTUTA, esta flor que es como nosotros: fuerte, colorida y llena de vida. Sus pétalos rojo, amarillo y verde no son solo colores; son el coraje de nuestra gente, el pan de cada día que ganamos con esfuerzo, y ese sueño que nos mantiene en pie, aunque estemos lejos de casa. ¡200 AÑOS NO SE CUMPLEN TODOS LOS DÍAS! Dos siglos de caídas y levantadas, de tradiciones que no se olvidan y de un pueblo de raza de bronce que nunca se rinde.

A ustedes, mis compatriotas que hoy están en Brasil, les digo con el corazón: AQUÍ TAMBIÉN LATE BOLIVIA. Que la nostalgia no nos quite la fuerza, sino que nos recuerde que, aunque estemos lejos, llevamos la patria en la sangre. Aunque el dstino nos tenga en otra tierra.

Pero hermanos, seamos sinceros: a veces nos cuesta remar juntos. Hoy, en este día tan especial, digámoslo: “UNIDOS SOMOS MÁS FUERTES”. No importa de qué departamento venimos, si somos cambas o collas, si somos del campo o de la ciudad, si llegamos hace poco o hace años. LA BOLIVIA QUE QUEREMOS SE CONSTRUYE ENTRE CON TODOS UNIDOS. Nuestros abuelos pelearon unidos por la libertad; nosotros devemos pelear unidos por el futuro de nuestra pátria.

Y aunque estemos aquí, no nos olvidemos de nuestros seres queridos. CADA REMESA QUE ENVIAMOS ES UN ACTO DE AMOR, un granito de arena para esa Bolivia que sigue luchando contra las dificultades. Pero no perdamos la fe: NUESTRA JUVENTUD, CON ESA MEZCLA DE RAÍCES Y NUEVAS IDEAS, SERÁ EL MOTOR DEL CAMBIO. Que estos 200 años nos inspiren a dejarles un país del que puedan sentirse orgullosos.

A TODOS USTEDES, ¡MIL GRACIAS! Gracias a los abuelos que mantienen viva nuestra historia, a los padres que trabajan sin descanso, a los jóvenes que llevan nuestra cultura con orgullo. Hoy no es solo un desfile; ES UN REENCUENTRO, UNA FIESTA DE FAMILIA.

Que el rojo de la Kantuta nos dé valor, el amarillo nos recuerde que juntos hay prosperidad, y el verde nos llene de esperanza. ¡QUE VIVA BOLIVIA! ¡QUE VIVA NUESTRA COMUNIDAD! ¡Y QUE VIVAMOS SIEMPRE UNIDOS COMO HERMANOS!

Muchísimas gracias, y ¡a celebrar con alegría!